planificación de la limpieza de casa

Planificación de la limpieza de la casa

Eres una persona recién independizada. Hasta ahora vivías en un hogar casi mágico, en el que todo era semiautomático: la ropa sucia pasaba, en el mejor de los casos, del cesto del cuarto de baño al armario de forma casi instantánea y la planificación de la limpieza general de tu casa se hacia sola.

En este proceso, se lavaba, se secaba, se planchaba y se doblaba. Las manchas desaparecían a la vez que las arrugas e ir de compras eran poco más que salir de paseo al centro comercial con una tarjeta de crédito.

El mayor problema con la ropa era escoger talla y modelo. La planificación de la limpieza de la casa no te preocupaba demasiado, y cuestiones como descongelar la nevera o limpiar las lámparas eran temas totalmente ignorados salvo cuando te daban instrucciones específicas acerca de cuándo y cómo hacerlo.

Ahora llegas a la que será tu nueva casa, entras, cierras la puerta… y no saber por dónde empezar.

Herramientas útiles para la planificación del trabajo de limpieza

Echar un vistazo a Quiruma. Empresa recomendada del sector.

La agenda de la casa

La agenda es una de las herramientas más útiles que podemos encontrar a la hora de planificar el trabajo del hogar. Una agenda bien organizada nos va a dar la oportunidad de instaurar las rutinas en modo piloto automático

Pautar los tiempos

El temporizador es nuestro recurso más útil para no perder el tiempo. Para no caer en eso que llaman ahora procrastinación. Una palabra que tal vez te parezca nueva y quizá te suena un poco rara, pero su origen es antiguo, uno de esos términos de la época de los romanos que recoge el Diccionario. “Procrastinar” en lenguaje llano, es una mezcla entre marear la perdiz y dejar para mañana esas cosas que tenemos que hacer, que sabemos que tenemos que hacer, pero que no tenemos ganas de hacer. 

El temporizador de limpieza

Desde el clásico huevo de cocina, pasando por la alarma del reloj o la del teléfono móvil, seguro que tienes alguno por casa; si no (o te suena, pero no sabes dónde puede estar), comienza utilizando la del teléfono móvil.

Puedes probarlo por ejemplo limpiando los cristales. Programa cinco minutos. Pulsa el botón de puesta en marcha de la cuenta atrás y limpia los cristales. Sin parar ni distraerte. Limpia a fondo y con entusiasmo. Échale energía y ganas, a ver hasta qué ventana eres capaz de llegar. Cuando suene el timbre paras. Ya.

Programa cinco minutos. Pulsa el botón de puesta en marcha de la cuenta atrás y limpia los cristales. Sin parar ni distraerte. Limpia a fondo y con entusiasmo. Échale energía y ganas, a ver hasta qué ventana eres capaz de llegar. Cuando suene el timbre paras. Ya.

Ahora aléjate tres pasos y suelta lo que tienes en la mano. ¿Ves lo que has logrado? ¿Cuántos cristales brillan? Cuéntalos. 

Pues esta va ser a partir de ahora la dinámica de la planificación de la limpieza. Se acabó el pensar en limpiar u organizar por lugares específicos. A partir de ahora, vamos a pensar en bloques de tiempo. En principio, bloques pequeños. 

Dividir la casa en sectores para trabajar menos

Lo primero que vamos a hacer es organizar el sistema que vamos a emplear. Podríamos hacerlo por tres tareas especificas para cada día de la semana, en plan: el lunes es día del polvo y los cristales, de modo que todos los lunes limpiamos el polvo de toda la casa y todos los cristales; los martes es el día de los suelos y las puertas, pues todos los martes ya sabemos que toca limpiar todos los suelos y todas las puertas de la casa; el miércoles lo marcamos como día de la colada, de modo que ese día nos dedicamos a poner lavadoras, doblar y planchar la ropa de toda la semana, dejando para el resto de los días solo las emergencias…

Después dibuja en un cuaderno cada habitación: el recibidor, la cocina, el pasillo, el dormitorio principal, el cuarto de baño privado, el aseo en el que entran las visitas, las escaleras, las balconadas, etc. 

Lo que estamos haciendo es organizar el sistema de trabajo, porque antes de remangarnos y ponernos a hacer nada necesitamos tener claro “qué” hay que hacer. 

Ejemplo:

  • Sector 1 o principal: Semana de la cocina y del cuarto de baño. Este es el sector que forma el alma y el corazón de la casa, de modo que procuraremos mantenerlo siempre limpio y recogido en cualquier circunstancia.
  •  Sector 2 o de las visitas: Semana del salón. Lo componen la entrada, el salón y el cuarto de juegos o despacho.
  •  Sector 3 o privado: Semana del dormitorio y de la ropa. Esta semana la dedicaremos al dormitorio principal, al lavadero y al cuarto de la plancha. Como son habitaciones con muchos tejido , es muy importantes que estén libres de polvo.
  •  Sector 4 o infantil: Semana de los niños: Semana de los niños. Aquí nos dedicamos a los dormitorios de los niños.
  •  Sector 5: Semana extraordinaria. Esta semana tocará limpiar la terraza, las persianas, las lámparas; también lavamos el coche, las cortinas, la vitrina de la cristalería por dentro, bañamos las mascotas y aseamos sus espacios, organizamos el trastero y todo lo que no quepa en ningún otro sector.

 

Rutinas de destrasteo

Destrastear es sacar trastos, y los trastos son cualquier cosa que no usas, que la mayor parte del tiempo olvidas que la tienes, y que para una vez al año que recuerdas que existe, no la puedes usar, porque no recuerdas donde está y la encuentras después de pasar dos días buscándola. 

Para solucionar esto vamos a implementar dos tipos de destrasteo: el rutinario y el especial. El rutinario es el que activamos en modo automático en las rutinas. Es muy sencillo y nos va a ayudar a mantener la casa libre de acumulaciones y ordenada sin darnos cuenta. El  especial es el que emplearemos en la semana temática que corresponda.

En Euronava nos encargamos de ofrecerte los mejores productos para que llevar a la práctica todas estas actividades con más efectividad.

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